Los cambios no suelen detenerse con nuestra partida de este mundo. Usualmente, es esta partida la que marca el inicio de una cadena de eventos, se convierte en un "acelerador del cambio" si lo podemos llamar así.
Cuando nos vamos, podríamos dejar una lápida de piedra, una placa... algo para que la gente vaya a ojear de vez en cuando y nos recuerde. Con el pasar del tiempo, también se olvidarán de esta marca.
Parece que nuestro ciclo natural necesita un par de pasos adicionales: volverse de piedra y ser olvidado.
Hola Carlos, supongo que aquí estás retratando algo artificial, digo, no se trata de un fósil, pues me dejas con la duda por tu reflexión.
ReplyDeleteCreo que esto de dejar una huella en el mundo es algo muy propio del ser humano, aunque son pocos los que nos recordarán a estos mortales, en un tiempo, después de haber partido. Estoy segura que el mejor legado que podemos dejar tras nuestra muerte se construye a través del amor hacia los seres queridos, siendo condescendiente, desinteresado y brindando una mano amiga donde se requiere, mientras estamos en este mundo.
Un abrazo,
Katmarce--
submarinopimienta.blogspot.com
Hola Kat!
DeleteNo se trata de nada artificial! Es el esqueleto calcáreo de una variedad de Clypeasteroida, conocida comúnmente como "tortilla de mar" en nuestras costas. Cuando muere deja este esqueleto de una textura similar a la piedra, pero mucho más suave.
Creo que tienes razón en que muchas de esas cosas nos dejan permanecer de una forma positiva por un tiempo más. También creo que eventualmente todo se olvida, y eso incluye de alguna manera a la gente que se va de nuestras vidas. En muchas ocasiones esto no es negativo en realidad, es sencillamente el acto de "dejar ir".
Un abrazo!
C.
Ah, qué interesante!!.. No conocía a esa "tortilla de mar"...
DeleteSi hasta la historia se olvida, ¿por qué no habría de olvidarse a estos mortales, en un tiempo?...
El acto de "dejar ir" es algo difícil, pero natural y sano... Ni modo, es parte de la vida...