¿Qué esperamos de cada día?
¿Qué logramos cada día?
¿Qué nos espera después de hoy?
Esas tres interrogantes pueden ser nuestro impulso o nuestro grillete y cadena. He encontrado que nuestras vidas giran alrededor de logros y de la falta de ellos. A veces somos ciegos a nuestros logros, por falta de percepción o por una tonta humildad excesiva.
El daño es grave: vivimos de lo que logramos y si no logramos nada (o si creemos no lograr nada) nos llenamos de frustración y nos consumimos en divagaciones infructuosas e insanas.
Lo que toca es ser realista y aprender a apreciar nuestros logros, no importa el tamaño, ni su frecuencia, ni su impacto total... cada cosa tiene un momento y prácticamente ninguna meta se logra con un único esfuerzo, casi siempre es la suma de muchos esfuerzos pequeños.
Hagamos una pausa, pero no dejemos de caminar.
Carlos Ch.