Recompensas...

El lugar que ven en esta foto es una recompensa: tras caminar por un árido sendero conocido como "La Roca" en el Parque Nacional Palo Verde, con terreno irregular, mucho calor y mucho viento y tras casi devolvernos sin completar la tarea, logramos llegar al mirador.  La recompensa bien valió todo el esfuerzo, pues estas vistas no se ven todos los días!

Siempre hemos predicado que todo esfuerzo tiene su recompensa.  A veces lo decimos para aplacar situaciones complicadas y exigencias de otras personas, para hacerle ver a esas personas que hay algo al final de todo el sacrificio.

Yo soy un fiel creyente de esto: todo esfuerzo tiene una recompensa, aún si no logramos percibirla en primera instancia.  A veces nos cuesta evaluar el fruto de nuestro trabajo, pero es seguro que existe.

No nos rindamos nunca, las recompensas pueden ser pequeñas o grandes, pero ahí van a estar si nos esforzamos!

Puentes...

En nuestra vida, en cualquier lugar y en cualquier momento, estamos trabajando sin pensarlo en nuestros "puentes". 

Sí, esos puentes son nuestras relaciones: personales, de trabajo o de familia.  Muchos de nuestros esfuerzos van hacia crear puentes en todas esas áreas, pero a veces llega el momento de destruir algunos.  Todo es parte de la vida.

Pero no es una tarea fácil: en nuestro medio laboral, por ejemplo, destruir puentes es muy tonto pues es un ambiente muy reducido y de seguro un pleito en un lugar se sabe en otro.  Con todo y esto, creo que es este el lugar donde más puentes se derriban...

Es una fortuna tener a tu alrededor gente con la que se han construido puentes, pero que además te ayudan y les ayudamos a trabajar en los de ellos también.

Dejando de lado el tema y hablando de la foto en particular, esta fue tomada en la Reserva Biológica Lomas de Barbudal, situado a menos de una hora de Liberia, en Costa Rica.  Una caminata muy corta pero muy interesante esa tarde cuando tuvimos todo el parque para nosotros... y la intriga de unos pasos que no fueron nuestros en este puente.

C.

Convergencias

Muchas veces nos encontramos rodeados de situaciones y personas y no entendemos por qué sucede. Yo creo que todos tenemos un nivel particular de atracción para esas situaciones y personas y que las atraemos naturalmente: funcionamos con centro de la convergencia de lo que se nos hace natural.

Algunas figuras públicas probablemente aplican esto de una forma mucho más activa (políticos y artistas se me vienen a la mente) pero esas convergencias masivas no tienen la calidez de lo que se hace a nivel personal.

Aprecia esta habilidad natural y aprovéchala para tener cerca a  las personas importantes para ti.

Atrapado en el tiempo...

El tiempo es la medida que nos deja en evidencia con más frecuencia: cuando creemos que todo está bajo control y hemos logrado estabilidad, es cuestión de tiempo para que la perdamos.

Quedarse atrapado en el tiempo, tratando de forzar a que las cosas no cambien, sencillamente nos deja fuera de toda consideración.  Cuando queramos recuperarnos nos daremos cuenta que ya no es posible, pues tratar de no cambiar es un esfuerzo inútil cuando todo alrededor cambia constantemente.

Por eso no hay que temerle al cambio, hay que adoptarlo como una de las máximas de nuestras vidas.

El paso de mis Veranos...

Mis veranos no dejan de pasar y parece que lo hacen cada vez más rápido...

No es porque cuente mis años.  Hubo unos días hace un tiempo en que honestamente no supe si tenía treinta y tantos o treinta y tantos y uno más: creo que nunca me ha importado mi edad física en realidad.  Ya empezará a importarme a medida que se me haga más difícil hacer lo que disfruto más, pero ya lidiaremos con eso cuando llegue el momento...

La razón por la que me doy cuenta del pasar del tiempo es este maravilloso árbol. Mi árbol favorito: el Cortez Amarillo.  Cada año se ven unas cuantas de estas bellísimas criaturas en el Valle Central y pasan dos cosas cuando los veo: me maravillo de su belleza y me acuerdo que pasa un año más en mi vida.

Espero poder seguir contando el pasar de los años con las visiones del amarillo de sus flores contra el limpio azul de nuestro cielo de verano.

C.

Tardes de Verano para Reflexionar

Estas maravillosas tardes de verano que nos han regalado estos últimos días nos invitan a hacer dos cosas: 

- Reflexionar y agradecer nuestra absoluta libertad para apreciarlas donde queramos, como queramos y con quien queramos y,

- Reflexionar y solidarizarnos con los hermanos latinoamericanos  que en este momento sufren la opresión de gobiernos totalitarios que no piensan en nada más que sus inflados egos y bolsillos llenos con dinero ensangrentado.

Ojalá que estos espectaculares ocasos marquen también la caída de la noche para esos regímenes injustos y que no deberían estar en el poder de ninguna nación.

C.

Cambio: la constante de la vida

La vida que nos rodea, la vida que somos tiene una única constante: el cambio.  Todo lo que está vivo cambia de manera constante, aunque no sea aparente.  

En algunos casos el cambio es compulsivo, no hay mayor poder de decisión o control de lo que cambia.  En nuestro caso, el cambio puede también ser compulsivo, pero muchas veces tenemos la oportunidad de dictar sus factores: tiene un elemento voluntario.

Nos podemos engañar todo lo que queramos diciendo que nunca vamos a cambiar, pero en realidad eso es imposible.

Tenemos que cambiar: cambiemos de forma inteligente y pensando en el bien propio y de quienes nos rodean.  Que nuestro cambio sea siempre para mejorar!