Algunas veces necesitamos olvidarnos de nuestras limitaciones y hacer lo que tiene que hacerse. Mucha gente se le esconde a los retos, no porque creen que los retos son demasiado grandes, si no porque se tienen muy poquita confianza.
Necesitamos ser como este escarabajo: menos de una pulgada de largo y cuando una enorme criatura muchos cientos de veces su tamaño le puso enfrente un extraño artefacto que emitía luz, lo que hizo fue retarla y no dar ni un pasito atrás.
Esta vez la enorme criatura era yo y ningún daño le iba a ocurrir a este valiente pequeñuelo, pero estoy seguro que la reacción a cualquier amenaza habría sido la misma: "eche pa'lante!"
La próxima vez que nos veamos ante un reto, haremos bien en acordarnos de nuestro pequeño amigo!
Carlos, confieso que los insectos no son mis favoritos, pero este chiquitín me recordó a uno de los personajes de la Abeja Maya, entonces mi percepción cambió un poquito. Tienes razón, ese pequeñín realmente nos ofrece una gran lección de vida.
ReplyDeleteUn abrazo,
Katmarce--
submarinopimienta.blogspot.com
Kat!
ReplyDeleteSiempre hay que buscar buenos ejemplos en todos los lugares... y como ves no todos son necesariamente humanos :-)
Saludos!
C.