Hay caminos sobre los que siempre hay potencial de volver a andar... no sólo los caminos físicos, de los lugares añorados o a veces no tan añorados que nos toca andar de vez en cuando después de mucho tiempo, sino también las rutas de pensamiento, las que a veces por circunstancias de la vida dejamos de lado pero luego revisitamos.
Son esas rutas de pensamiento las más complicadas de recorrer de nuevo, pues si las dejamos atrás fue porque algo en ellas nos molestaba o nos hería. Pero no hay caso: muchas veces arreglar esas situaciones depende enteramente de nuestra valentía para abrirlas y recorrerlas otra vez.
No dejes de andar y no temas a los caminos que algún día cerraste.