Estos días he pensado muchísimo en un lugar a donde estoy definitivamente listo para volver: Montepulciano.
Esta ciudad me impactó tanto, con sus estrechas callecitas, sus profundas cavas y suntuosas estructuras.
Pero no se detiene ahí: su maravilloso vino, su deliciosa comida y la gente tan amable merece una mención más que especial!
Si estas dispuesto a movilizarte 9,787 kilómetros para ir a un lugar, definitivamente es especial para ti!
Claro, la compañía debe ser la correcta para que no sea un simple viaje y que sea más bien mágico!