El paso de mis Veranos...

Mis veranos no dejan de pasar y parece que lo hacen cada vez más rápido...

No es porque cuente mis años.  Hubo unos días hace un tiempo en que honestamente no supe si tenía treinta y tantos o treinta y tantos y uno más: creo que nunca me ha importado mi edad física en realidad.  Ya empezará a importarme a medida que se me haga más difícil hacer lo que disfruto más, pero ya lidiaremos con eso cuando llegue el momento...

La razón por la que me doy cuenta del pasar del tiempo es este maravilloso árbol. Mi árbol favorito: el Cortez Amarillo.  Cada año se ven unas cuantas de estas bellísimas criaturas en el Valle Central y pasan dos cosas cuando los veo: me maravillo de su belleza y me acuerdo que pasa un año más en mi vida.

Espero poder seguir contando el pasar de los años con las visiones del amarillo de sus flores contra el limpio azul de nuestro cielo de verano.

C.

Tardes de Verano para Reflexionar

Estas maravillosas tardes de verano que nos han regalado estos últimos días nos invitan a hacer dos cosas: 

- Reflexionar y agradecer nuestra absoluta libertad para apreciarlas donde queramos, como queramos y con quien queramos y,

- Reflexionar y solidarizarnos con los hermanos latinoamericanos  que en este momento sufren la opresión de gobiernos totalitarios que no piensan en nada más que sus inflados egos y bolsillos llenos con dinero ensangrentado.

Ojalá que estos espectaculares ocasos marquen también la caída de la noche para esos regímenes injustos y que no deberían estar en el poder de ninguna nación.

C.

Cambio: la constante de la vida

La vida que nos rodea, la vida que somos tiene una única constante: el cambio.  Todo lo que está vivo cambia de manera constante, aunque no sea aparente.  

En algunos casos el cambio es compulsivo, no hay mayor poder de decisión o control de lo que cambia.  En nuestro caso, el cambio puede también ser compulsivo, pero muchas veces tenemos la oportunidad de dictar sus factores: tiene un elemento voluntario.

Nos podemos engañar todo lo que queramos diciendo que nunca vamos a cambiar, pero en realidad eso es imposible.

Tenemos que cambiar: cambiemos de forma inteligente y pensando en el bien propio y de quienes nos rodean.  Que nuestro cambio sea siempre para mejorar!

Los fuegos de inicio de año...

El paso del tiempo es inexorable.

Muchas veces no nos damos cuenta de ese acelerado proceso, pero creo que mi cerebro está conectado a eventos visuales que le ayudan a comprender el paso del tiempo.  Uno de esos eventos es la floración de los Porós Gigantes al principio de cada año.

Es en esta época de sol, viento y cielos azules que me doy cuenta que un año más ya transcurrió y que toca enfrentar uno nuevo.

Y también me sirve para desear una vez más que estos sean los únicos fuegos que tenga que ver al principio del año, y no los de las quemas que destruyen flora y fauna en tantas partes del país en esta misma época.

En fin: un año más ha pasado  y ahora estamos evaluando los retos de este, del cual ya se nos fue un mes completo!

C.